Cuando pensamos en elaborar una estrategia de marketing de contenido, nos enfocamos en el cuándo publicar y cómo podemos asegurarnos de que éste llegue a los consumidores. Estos planteamientos son relevantes, pero no los únicos y mucho menos los más importantes.

La falta de planificación, preparación y ejecución concreta contribuye a aumentar las tasas de fracaso del contenido elaborado por las propias empresas.

Entonces, ¿qué pasos deberíamos tomar para garantizar que nuestra estrategia de marketing de contenido sea sólida?

Toma nota de estos seis consejos para elaborar un plan de contenido estratégico:

  1. Define tu público objetivo

No sólo factores como el género, el rango de edad o la ubicación de nuestro cliente determina sus gustos, si no su motivación, lo que valoran en una marca y por qué permanecerían leales.

Este tipo de información sobre tu audiencia es clave a la hora de crear una estrategia de contenido, ya que tendrás directrices sobre qué necesitan y cómo puedes ayudarles.

  1. Analizar qué funciona y qué no

En este caso, nuestra herramienta clave sería Google Analytics para comprobar el impacto de nuestro plan. Es importante echar la vista atrás y observar con datos reales los éxitos (o fracasos) de planificaciones anteriores. Esto nos dará más pistas para saber qué ha gustado y qué ha tenido menos interés entre nuestro público.

Además nos permitirán elaborar estrategias futuras añadiendo nuevos temas a nuestro plan establecido o cambiando el rumbo por completo.

  1. Elegir formato y canal

Aunque se dice que el video es el soporte de contenido más atractivo, no hay una respuesta definitiva al debate sobre cuál es el mejor formato, todo depende de la marca o el producto en cuestión. Eso sí, sea cual sea el que elijas, siempre debe estar en línea con tu objetivo (entretenimiento, opinión, educación…), así como con el canal de distribución más apropiado según su tipo de usuario.

  1. Crear un calendario editorial.

El calendario editorial a menudo es confundido con la estrategia de contenido en sí misma.

Un calendario debe incluir esencialmente ideas y fechas de contenido; sin embargo, para generar mayor éxito, también debe incluir información detallada sobre la responsabilidad, quién se encarga de redactar el texto, editar las imágenes y el objetivo común de cada publicación. Así como detalles sobre esta, es decir, dónde, cuándo y cómo se publica el contenido.

  1. Medir los KPI’s

Otro elemento importante de un calendario editorial (y una estrategia general) es la medición del rendimiento del mismo. Esto significa determinar y configurar indicadores clave de rendimiento para medir el éxito de cada publicación, como por ejemplo: Las interacciones en redes, el tiempo que permanecen en nuestra página…

Además de ayudarnos a rastrear y justificar el contenido que creamos, la configuración de los KPI también pueden ayudarnos a recopilar información para elaborar el próximo calendario.

  1. Escucha y participar

Cuando hablamos de escucha, no sólo nos referimos a analizar e interpretar los datos que nos deja el comportamiento de nuestro cliente, también a leer las opiniones, evaluaciones, comentarios o debates que puedan llegar a abrirse en cualquiera de nuestro contenido, ya sea a través de nuestros perfiles en redes sociales, web, blog e incluso foros en los que se nos nombre.

Saber qué opina tu público de primera mano es una información valiosísima, ya que podrás interactuar con ellos para mejorar su experiencia de cliente, ofreciéndoles la oportunidad de optimizar tu producto o servicio.

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