Del mismo modo que un psicólogo necesita constante supervisión de sus casos, los que nos dedicamos al marketing, o a publicidad, branding… es decir, en cualquier profesión relacionada con la venta, es muy importante contar con una mirada externa que nos guíe, aconseje y supervise para no acabar solapando nuestros propios intereses con los del cliente. Y si no te dedicas al marketing pero quieres entender qué te están ofreciendo tus proveedores para mejorar las ventas de tu negocio y, saber en todo momento qué puedes pedir o esperar… esta es la figura que le falta a tu equipo.

¿Por qué te animaríamos a tener tu propio mentor de marketing? Toma nota:

1. Una mentoría te ayudará a desarrollar un plan de marketIng, para ti o tus clientes, a prueba de balas. 

Puede que tengas millones de ideas sobre cómo imaginas que debería ser el marketing de tu empresa y qué debería lograr, pero el problema es que cada vez que decides empezar ¡encuentras obstáculos a diestra y siniestra! ¿Te resulta familiar? Cuando eres dueño de un negocio vuelas solo, lo que significa que si quieres hacer algo, eres tú quien tiene que hacerlo. Cuando el marketing es solo uno de los muchos proyectos con los que estás haciendo malabares, es fácil frustrarse. 

Un mentor puede evaluar la situación de marketing actual de tu negocio, analizar sus necesidades y objetivos, y apoyarte en la creación de una hoja de ruta hacia donde deseas llegar a corto, medio y largo plazo. Puede ayudarte a decidir qué sistemas de marketing te servirán mejor en el camino y establecer los KPI (números) para que puedas comprender claramente cómo de bien (o regular) está yendo y qué mejoras se necesitan. 

2. Un mentor te ayudará a identificar rápidamente cuáles son tus habilidades de marketing para ponerlas al servicio de tu marca.

Si hasta ahora has estado “haciendo” todo el marketing tú mismo, suponemos que en realidad San Google ha sido tu mentor de marketing. Es decir, cuando tienes una pregunta de marketing o no estás seguro de cómo hacer algo, simplemente escribes tu consulta en Google buscando una respuesta. Esta es una forma de aprendizaje que requiere mucho tiempo, y no es muy práctica si estás ocupado tratando de sacar adelante un negocio.

Aunque Google es el dios de información, ninguno de los consejos que pueda darte está diseñado especialmente para tu negocio. Debes leer constantemente entre líneas y adaptar las sugerencias que encuentres, sin estar del todo seguro si estás en el camino correcto. Sin embargo, un mentor de marketing puede acelerar tu aprendizaje aplicando su experiencia y habilidades a tu situación y la de tu marca. Cuando se trata de hacer que una empresa despegue, no se trata de saberlo todo, sino de saber cómo combinar las tácticas de adecuadas a su producto / servicio y mercado. 

3. Los mentores de marketing no son “caros”, de hecho acaban saliendo “baratos”.

Contratar a un comercial para que trabaje permanentemente en una pequeña empresa significa pagar un salario de entre 15.000€ y 50.000€. Muchas empresas caen en la trampa de convertirse en «agentes de la agencia» porque no saben lo que quieren para la comercialización de su servicio/producto y, al final, se desperdicia mucho tiempo y dinero. En lugar de hacer una gran inversión de la que no estás seguro, puedes averiguar exactamente el tipo de recursos de marketing que tu empresa necesita al contratar sesiones de tutoría individualizadas con un mentor especialista. 

4. Tendrás una segunda opinión de un “vendedor” con el cuento aprendido, testado y demostrado.

Si el marketing no es tu área de especialización, es natural que termines cuestionándolo mientras recorres este terreno inexplorado. Tener a mano un mentor de marketing para intercambiar ideas y obtener una segunda opinión le permite tomar decisiones comerciales más certeras, evitando los riesgos que todos tomamos cuando somos principiantes.

Un buen mentor de marketing no te dirá qué hacer, te ayudará a encontrar opciones, evaluar opciones y obtener información. Discutirá contigo sus opciones para determinar cómo cada plan se alinea (o no) con tus objetivos comerciales. Además,  te proporcionará el asesoramiento objetivo tan difícil de tener cuando eres propietario de un negocio, ya que es fácil dejarse llevar por tus propias emociones o suposiciones cuando algo te apasiona. Pero recuerda que, un mentor de marketing no está casado con tu empresa, lo que lo convierte en el observador perfecto para una nueva perspectiva.

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