La situación de los establecimientos hoteleros esta pasando por un momento muy complicado, ya que la ocupación y el precio medio se han ido desplomando en los últimos años, mientras que las comisiones de los intermediarios son cada vez más elevadas.
Veamos un ejemplo concreto en la Comunidad de Madrid, que según las estadísticas de la AEHM[1] sobre los establecimientos de 4 estrellas situados en dicha comunidad, desde el 2008 el precio medio ha caído 27 puntos y la ocupación media más de un 8%.
Si tomamos como referencia el precio medio acumulado del primer trimestre del 2012, referente a los hoteles de cuatro estrellas situados en la Comunidad de Madrid que nos ha proporcionado la AEHM, que es 73,44€ y le quitamos la comisión de un 25% de margen, con la que trabajan algunos portales de internet o tour-operadores, nos encontramos que el precio neto resultante es de 55,08€, sin tener en cuenta los impuestos. Un neto demasiado bajo para que los hoteleros puedan mantener sus estándares de calidad y servicio.
Por esto se hace imprescindible buscar o desarrollar nuevos canales de ventas que disminuyan estas comisiones desorbitadas y dejen más margen al hotel.
De ahí la importancia que están tomando las redes sociales o el social media en general ya que si conseguimos desviar todo el tráfico viral y las ventas, a través de las promociones u ofertas, a la página web del establecimiento hotelero, manteniendo la paridad con el resto de canales, el margen de beneficios será mayor ya que los costes de intermediación serán mínimos.
Por eso es muy importante elegir a la empresa gestora de la web, ya que es imprescindible tener una buena Web 2.0, que sea capaz de unirse con las diferentes plataformas del social media, que tenga motor de reservas propio y que tenga la posibilidad de que los clientes dejen sus comentarios o críticas, que serán clave para el desarrollo de las demás acciones del social media.