Engagement, podría ser traducido como “vínculo de unión”, una conexión que crea la marca de un producto o servicio con sus usuarios para establecer una relación de compromiso y fidelidad.

¿Cómo se llega a esos usuarios? Conociéndolos a la perfección. Cuanto mayor sea el grado de aproximación al perfil ideal de consumidor de nuestro producto, mejor podremos crear nuestra campaña de marketing para atraerlos y hacer que se queden con nosotros. Ya que, de nada vale generar miles de seguidores si en poco tiempo los perdemos por falta de interés. Esto es lo que podría traducirse como un problema de engagement: los atraemos, pero por alguna razón no los mantenemos.

Es por ello que, una vez hemos llamado la atención del usuario, debemos observarlo, comunicarnos con él, escuchar sus necesidades… centrándonos en mantener a ese seguidor y no en venderle nuestro servicio.

Estas acciones de mantenimiento se llevan a cabo a través del mensaje, las imágenes, las horas de publicación, interactuando con el usuario, resolviendo sus dudas, aportando un valor diferencial

¿Y cómo podemos cuantificar este acercamiento? A través de diferentes aspectos como: cuánto tiempo permanece en nuestra web, los comentarios en los post, el número de páginas vistas por usuario, la asiduidad con la que compra…

En definitiva: El engagement no es una herramienta para generar ventas instantáneamente, sino una manera de crear comunidad, fomentando la relación entre marca y usuario para que este desee nuestro producto, nos recomiende y se mantenga fiel con el paso del tiempo a pesar de la competencia.

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